Varón blanco heterosexual y «nueva» cortesía
He pasado varios días enfadada con mi padre. Diría que bastantes. No solemos discutir con frecuencia, pero, cuando lo hacemos, los elementos se conjuran para formar la tormenta perfecta. Mi madre, espantada por nuestro tono, me lo advirtió mientras paseábamos: "Sí que discutes con papá, ¿eh? Ten cuidado". Es probable que malinterpretara su advertencia, o que no prestara atención a los matices, pero mi respuesta deja clara cuál fue mi actitud la mayor parte del tiempo: "Que tenga cuidado él... ¡no te digo!".