Las mañanas en chándal
Partiendo de varias conversaciones espontáneas y sin apenas darnos cuenta, unas compañeras de trabajo y yo hemos elaborado un plan detallado de lo que sería nuestra rutina ideal. Compartimos la circunstancia de encontrarnos en el fragor de la crianza y lo tenemos claro: nuestro mayor deseo es pasarnos las mañanas en chándal.